Las hojas de Papier d’Arménie son perfectas para perfumar ambientes y eliminar malos olores. Llévalo allá donde viajes.
[space height=”20″] La historia de este legendario ambientador de papel comienza en París en 1885, fruto de la asociación del farmacéutico francés Henri River y del químico Auguste Ponsot que, recién llegado de Armenia, observó que los armenios usaban benjuí, una resina aromática, para desinfectar y perfumar sus casas, y que además tenía magníficas propiedades para el tratamiento del asma y de la tos, como digestivo, calmante, cicatrizante y antiséptico. De vuelta a Francia, decide “importar” este uso tradicional y ecológico disolviendo el benjuí en alcohol a 90º y añadiendo una secreta combinación de fragancias, que crearon un aroma refinado, duradero y la esencia de lo que con la invención del soporte adecuado en papel secante se convertirá en los inimitables libritos de Papier d’Arménie.
Actualmente, la compañía continúa en manos de la quinta generación de la familia Rivier, fundadora original que mantiene su producción artesanal desde su taller de Montrouge a las afueras de París. Existen distintas variedades que van desde el librillo clásico a ediciones limitadas, incluido un kit de viaje, y todos se emplean de la misma forma que hace 120 años: Separar una tira del librito, doblarla en forma de acordeón, encenderla y enseguida soplar ligeramente evitando la llama.
El kit de viaje se presenta en una caja de baquelita dividida en 2 compartimentos: uno para quemar el papelito y otro para guardar las cerillas. Incluye un librito. Puedes hacerte con cualquiera de sus variedades en www.papierdarmenie.fr
