Resulta imposible condensar toda la riqueza que atesoran las Ciudades del Arte pero nosotros lo hemos intentado: Te damos doce razones -dos por ciudad- para que compruebes in situ porqué viajar a Flandes es una de las mejores ideas que puedes tener…

Amberes, Brujas, Bruselas, Gante, Lovaina y Malinas: Las seis principales ciudades de Flandes están unidas también bajo el común denominador de las Ciudades del Arte. Seis auténticos tesoros urbanos que son el mejor ejemplo de lo que Flandes ofrece a los viajeros. Allá vamos:

Bruselas

No hay visita que se precie a la capital belga sin pisar su centro neurálgico, la imponente Grand Place, que el mismísimo Víctor Hugo describió como una de las plazas más hermosas del mundo, y no le faltaba razón: está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Delirio arquitectónico gracias al Ayuntamiento y las maravillosas fachadas de las casas gremiales, una vez cada dos años la Grand Place se engrandece aún más si cabe cuando se cubre por un tapiz de flores digno de contemplar. 

 

La Grand Place de Bruselas. Foto © Visit Flanders
© Visit Flanders

 

Las Galerías de Saint-Hubert, diseñadas en 1837, fueron las primeras galerías comerciales cubiertas de Europa, y se consideran una visita imprescindible en la ciudad. Doscientos metros bajo una cúpula de cristal que deja pasar la luz, pero no la lluvia, y que antiguamente se conocía como el “paraguas de Bruselas”. Lo mejor, dejarse deleitar por los escaparates de tiendas de lujo, joyerías, antigüedades y de los mejores maestros chocolateros. ¡Un pecado marcharse sin probar el chocolate belga!

 

Las Galerías Saint Hubert de Bruselas. Foto © Sofie Coreynen
Las Galerías Saint Hubert de Bruselas. Foto © Sofie Coreynen

Amberes

En torno a la Grotte Markt o Plaza Mayor se concentran el centro histórico y las joyas arquitectónicas de la ciudad: el Ayuntamiento, la catedral, las casas gremiales del siglo XVI y la estatua del héroe mitológico romano Silvius Brabo, el soldado que venció cortando y lanzando la mano al río Escalda al gigante Antigoon que atemorizaba a los habitantes de la ciudad, y de cuya leyenda procede el nombre de Amberes, ya que en neerlandés Antwerpen deriva de dos palabras: “mano” y “lanzar”.

 

Grotte Markt de Amberes. Foto © Visit Flanders
Grotte Markt de Amberes. Foto © Visit Flanders

 

Diamantes, moda, y mucho arte: no solo porque aquí trabajó y vivió el genial Rubens, sino porque alberga interesantes museos como el MAS, el portuario barrio de moda Het Eilandje es un paseo ineludible cuando se viaja a Amberes. Desde su inauguración en 2011, el MAS se ha convertido en uno de los iconos arquitectónicos de la ciudad, y aunque sólo sea por las vistas 360º que se disfrutan desde la azotea del edificio, la visita ya merece la pena. ¿Amante de lo vintage? No dejes de visitar Kloosterstraat, la calle donde tus sueños vintage se hacen realidad en cualquiera de sus numerosas tiendas y boutiques. ¡Lo querras comprar todo!

 

MAS de Amberes. Foto © Filip Dujardin
MAS de Amberes. Foto © Filip Dujardin

 

Brujas

Una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo, Brujas es conocida como la Venecia del Norte por su red de canales. Debido a su pequeño tamaño lo mejor que se puede hacer es dejarse sorprender dando un paseo por su casco histórico lleno de maravillas como el ayuntamiento, tomar un barco para navegar por sus canales, o si se prefiere subir los 366 peldaños de la Torre Campanario o Belfort de la Plaza del Mercado que regala unas vistas increíbles de la ciudad.

 

Brujas. Foto © Milo Profi
Foto © Milo Profi

 

Si hay algo que no puede faltar en un viaje a Flandes es tomarse un buen cucurucho de frietes, y además en Brujas se encuentra el Friet Museum (Vlamingstraat 33. www.frietmuseum.be), un museo único en el mundo ubicado en un impresionante edificio del siglo XIV, dedicado a mostrar la historia de la patata y de la patata frita y su presencia en el arte.

 

Museo de las Patatas Fritas de Brujas. Foto © Milo Profi
Museo de las Patatas Fritas de Brujas. Foto © Milo Profi

 

Gante

El antiguo puerto medieval de Gante es un lugar de encuentro en la ciudad, y no es de extrañar porque los muelles de Grassei (muelle de los herboristas) y Korenlei (muelle de los graneros) con su edificios gremiales construidos entre el siglo XII y XVII son dos de los lugares más encantadores de Gante, y quizás de todo Flandes. Desde aquí salen barcos que permiten disfrutar de la ciudad desde una perspectiva diferente.

 

Gante. Foto © Milo Profi
Foto © Milo Profi

 

Lo que en el siglo XVII fue el barrio donde vivíann los miembros del gremio de tejedores, se ha convertido hoy en día en un encantador y selecto barrio de callejones estrechos. El barrio de Patershol, donde se respira cierto aire bohemio, está repleto de tiendas de diseño y restaurantes de calidad, que es perfecto para descubrir andando o en bici.

 

Barrio de Patershol, Gante. Foto © Milo Profi
Barrio de Patershol, Gante. Foto © Milo Profi

 

Lovaina

En el corazón de la ciudad, la Grote Markt o Plaza Mayor, además de la imponente Iglesia de San Pedro, la construcción más antigua de Lovaina construida en el siglo X, sorprende sobre todas las cosas el Ayuntamiento, una maravilla gótica del siglo XV. Es un placer sentarse en alguna de las terrazas de la plaza y contemplar las 236 estatuas de personajes históricos de su fachada.

 

Grotte Markt, Lovaina. Foto © Milo Profi
Grotte Markt, Lovaina. Foto © Milo Profi

 

En su universidad, fundada en 1425, estudió Erasmo de Rotterdam, y actualmente lo hacen miles de estudiantes venidos de todo el mundo que convierten la ciudad en un lugar dinámico, vital y muy divertido donde nunca falta una buena Stella Artois, la cerveza típica de la ciudad.

 

Uiniversidad de Lovaina. Foto © Milo Profi
Uiniversidad de Lovaina. Foto © Milo Profi

Malinas

El símbolo de la ciudad tiene nada más y nada menos que noventa y siete metros, más de 500 peldaños y uno de las vistas más alucinantes para poder descubrir la ciudad desde las alturas. En la imponente torre de la Catedral de San Rumoldo se colgó en el siglo XVIII el mayor reloj del mundo en los cuatro caras de la torres, más grandes incluso que los del Big Ben, aunque ya no hay relojes, en la actualidad podemos escuchar el carrillón cada cuarto de hora, y cada semana se realizan conciertos de carrillón por parte de una de las escuelas más importantes del mundo en esta categoría.

 

Malinas. Foto © Milo Profi
Foto © Milo Profi

En el destino cervecero del mundo por excelencia hay que dejarse caer por alguna fábrica donde descubrir los secretos de su elaboración, y si es por la Het Anker, una de las más antiguas del país, mejor que mejor. Aquí se elabora la famosa Gouden Carolus, creada en honor de Carlos V que era muy aficionado a esta bebida. Además de la visita a la fábrica, ésta se encuentra en uno de los barrios más encantadores de la ciudad, el antiguo beguinaje que ha sido catalogado como Patrimonio de la Humanidad.

 

Malinas. Foto © Milo Profi
Foto © Milo Profi