Andrés Serrano, uno de los énfant terrible del arte estadounidense, desnudó a su país en su trabajo America and Other Work, que editó Taschen hace una década pero que hoy sigue siendo tan actual y necesario como entonces.
Aunque ya quedan cada vez más lejanos los años de la controversia por obras como Piss Christ (la serie de fotografías en la que veíamos crucifijos inmersos en recipientes con orina), Andrés Serrano sigue siendo uno de los bad boys por excelencia del arte americano. “Desde el principio de mis controversias me di cuenta de que, como no me pudieron hacerme daño o tumbarme de mi posición, fortalecen mi trabajo sin sentir miedo. Para mi, la responsabilidad de el artista es simplemente seguir su conciencia”.
“En America hay más personas anónimas que famosas. Y en la vida real, los celebrities y ricos tienen que vivir al lado de los otros. Esta separación entra los que son mas afortunados y la mayoría de la gente es un poco artificial”
Desde comienzos de los Ochenta y sus primeros trabajos (en los que construía y fotografiaba escenas y ambientes que posteriormente realzaba con la ayuda de trucos visuales y materiales de lo más diverso: ahí están Bodily Fluids o Inmersions Series) a este America and Other Work, editado por Taschen en 2004, Serrano sacude la conciencia del espectador, apelando para ello a problemáticas sociales y políticas (para más detalles, ver Nòmades o Ku Klux Klan).
Desde su casa-estudio en Manhattan (un lugar esotérico en el que conviven bocetos de cuadros, frascos con cerebros, figuras de Lucifer y cabezas de cabra sobre el escritorio), Serrano da rienda suelta a su talento, traducido siempre en una mirada inquisitiva y fuerte sobre la realidad que le rodea. “Creo que aunque trato de presentar la realidad que todo el mundo ve, también tengo mis ideas e intereses. Y a mí me interesa mas lo extraño, lo raro y lo provocativo”. Aunque ya no reciba censuras públicas por parte de senadores sureños al hilo del terror que provocaban sus obras en el estadounidense medio –eso contaba en el Capitolio el republicano Jesse Helms-, America and Other Work es la refutación perfecta para todos aquellos (nativos y súbditos) que piensan que América no hay más que una y guerrera.
Fruto de tres años de trabajo, America and other work está formada por más de cien retratos fotográficos de 125 x 150 cm de personajes famosos de todo tipo, que se mezclan en las páginas del libro con médicos, proxenetas, amas de casa, inmigrantes ilegales o empleados públicos. Con ellos, Serrano refleja, a su manera, el melting pot estadounidense: celebridades como Arthur Miller, Snoop Snoopy Dogg y B.B. King conviven en el volumen con amas de casa musulmanas, un obispo ortodoxo ruso o boys scouts. “Un amigo me dijo, “En America, has hecho algo que nunca he visto: La idea de poner retratos de personas famosas, con desconocidos.” Pero en realidad, en America hay más personas anónimas que famosas. Y en la vida real, las celebrities y ricos tienen que vivir al lado de los otros. Esta separación entra los que son mas afortunados y la mayoría de la gente es un poco artificial”.
La otra parte del volumen (Other Work) es una retrospectiva de las series anteriores de Serrano: Nómades –retratos de los sin techo hechos en su estudio– , la serie de Ku Klux Klan, Morgue, incluso series sobre Estambul o Budapest, de concepto más viajero –donde hace una disección de las muertes violentas– o La historia del sexo, en la que explora los problemas del ser humano en su infinita variedad. Un volumen que es la constatación de las inquietudes de Serrano: “Incluso cuando trabajo con la realidad intento que parezca como una película”. Una ocasión perfecta para cerciorarnos del leit motiv de Serrano: “Mi responsabilidad como artista consiste en hacer bien el trabajo, aunque los críticos y el público esperen de mí una aclaración o una explicación sobre su sentido”. La irreverencia al poder. Y America and other work es una obra íntima y honesta que exige una respuesta, al igual que toda la obra de Serrano.
