Sin ningún lugar a dudas, el adagio de “Más estrellas que en el cielo” puede y debe aplicarse a París cuando se habla de gastronomía. Así, el pasado jueves 14 de enero, la ciudad -con su alcaldesa Anne Hidalgo al frente- homenajeó a sus 84 chefs con estrella Michelín en el evento “Paris celebre ses chefs”. Entre los galardonados, un español: El chef valenciano José Manuel Miguel, del restaurante Goust.
El 9’6% de los viajeros que ponen rumbo a París lo hacen motivados por su gastronomía, según datos de la municipalidad de la ciudad, y nada menos que 84 restaurantes parisinos adornan sus nombres con las estrellas de la Guía Michelín. Que París es una de las ciudades en las que mejor se come del mundo no es un secreto para nadie; tampoco que es, por derecho propio, una de las capitales gastronómicas del mundo. Así, el pasado jueves 14 de enero la alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, impuso a los 84 chefs parisinos con estrella Michelín una de las más altas disticiones, la medalla Grand Vermeille de la Ville de Paris en la gala “Paris celebre ses chefs”, que tuvo lugar en el Ayuntamiento.
En la gala, que comenzó en el salón de plenos del ayuntamiento con un discurso a cargo del legendario chef Alain Ducasse, Anne Hidalgo resaltó en su discurso la traza imborrable de ADN que marca a París como capital gastronómica mundial. “Decir gastronomía es decir París. La gastronomía está en el corazón de nuestro modo de vida, y el mundo entero nos envidia por ello. Reunirse en torno del “buen comer” y el “buen beber” es una fiesta del modo de vida parisino. Así es el París libre, festivo, amante de la vida y de sus placeres, abierto al mundo”. Cabe destacar que entre los 84 chefs galardonados, hay un español: El valenciano José Manuel Miguel, chef del restaurante Goust, distinguido con dos estrellas Michelín.
París, capital mundial de la gastronomía
Las cifras refrendan las palabras de Anne Hidalgo. La gastronomía francesa es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2010, casi 14.000 restaurantes y 84 mercados -entre ellos, el más grande del mundo, el mercado central de Rungis– pueblan las calles de la ciudad y más de 108.000 personas se emplean en el sector.
