Un rápido recorrido por la ciudad confirma por qué Mónaco es la capital mundial del lujo.

Si hubiera que decantarse por una ciudad para colgarle el título de capital mundial del lujo esa, sin duda, sería Mónaco. Joyería, alta costura, perfumería, restaurantes, hoteles… Los parámetros que nos permiten reconocer el lujo a primera vista tienen en esta ciudad-estado su escenario. Con sólo dos kilómetros cuadrados de extensión y situado entre el Mediterráneo y los Alpes, en plena Riviera francesa, Mónaco ha aglutinado en una reducidísima extensión las firmas más prestigiosas del mundo, que se pelean por tener un espacio en este Principado. En el centro de la ciudad es donde se sitúa la famosa «Carré d’Or» y la Galerie des Allées Lumières, enclaves donde encontrar las últimas creaciones de los mejores modistos: Hermès, Christian Dior, Louis Vuitton, Gucci, Chanel, Prada… y también los escaparates más exclusivos de los mejores joyeros del mundo como Cartier, Chopard, Bulgari, o Piaget, que se exponen en la plaza del Casino y sus calles colindantes.

Es éste, el Casino de Montecarlo, el más emblemático de los edificios monegascos con permiso del Palacio Grimaldi. Obra maestra del célebre arquitecto Charles Garnier, en él se reúnen las variedades de juegos de todo el mundo, estructurados por su origen. Los propios salones están decorados con vidrieras, esculturas y pintura alegóricas a las partidas que se desarrollan en ellos. Muy diferente habría sido la historia del Casino de Montecarlo si, en 1863, François Blanc no hubiese traído el juego con el que ya había triunfado junto a su hermano Louis en el Casino Kursaal de Bad Homburg: la ruleta con un solo cero, que se convirtió en todo un éxito. En el mismo complejo del Casino se encuentra la sede de Les Ballets de Monte-Carlo, una de las compañías de danza más importantes del mundo.

El Mónaco más glamouroso
Foto: Wikipedia

La cultura que rezuma Mónaco no proviene, sin embargo, sólo de la fascinación de esta ciudad por la danza, que también se puede ver en el Baile de la Rosa, el evento social más importante de la ciudad, sino también por el interés del Principado en ofrecer a sus visitantes una gastronomía exquisita. Además de los grandes restaurantes de los hoteles, que proponen platos inspirados tanto en la Provenza como en la Riviera francesa e italiana, 170 restaurantes restantes completan la oferta gastronómica de Mónaco, con cuatro establecimientos reconocidos por la guía Michelín. Uno de ellos, Le Louis XV, está distinguido con tres estrellas, mérito de sus chefs Franck Cerutti y Dominique Lory.

El Mónaco más glamouroso
Foto: Wikipedia

El interés por conocer el lujo en primera persona ha llevado a Mónaco a tener que ampliar su capacidad de absorber población en diversas ocasiones. Según explicaron las autoridades, es la única forma de que el Principado pueda seguir acogiendo nuevos habitantes: se calcula que cada año, desde 2012, se instalan 600 nuevos. No son tampoco suficientes las más de 2.600 habitaciones y suites repartidas en 14 hoteles de lujo, construidos en distintos estilos, desde el clásico a la belle époque, pasando por el romántico y el contemporáneo. Dicha ampliación, con un coste de 2.000 millones de euros, pasa por ganarle seis hectáreas al mar. Como resultado se prevé la construcción de 60.000 metros cuadrados de viviendas de lujo y de locales comerciales. Si hablamos de lujo en Mónaco, sin embargo, no podemos olvidarnos de su belleza natural. Situado en la ladera de una montaña, las vistas al mar que nos ofrece la ciudad son únicas en todo el Mediterráneo.

El Mónaco más glamouroso
Foto: Wikipedia

Y si el viajante es admirador de la Fórmula Uno, el Principado, además de uno de los circuitos más importantes del mundo, tiene en su esencia el automovilismo. ¿Por qué no darse una vuelta por “La Rascasse” o adentrarse en sus túneles? Siempre se puede alquilar un Rolls Royce o un Aston Martin en algún establecimiento de Mónaco. Sólo es necesario dinero. Mucho dinero.