Samuel Johnston llevaba razón: es imposible aburrirse en Londres. Y mucho menos cuando se trata del East End, repleto de pubs, restaurantes y coctelerías de las que no querrás salir.




Cuando los grandes musicales bajan el telón y las flagship stores despiden a los últimos turistas es cuando el Londres más auténtico, ese que se extiende por encima de los turistas para desparramarse por el este, comienza a chisporrotear. Durante siglos, los racimos de calles y callejuelas del barrio del East End de Londres, puerto de destino de millones de súbditos del Imperio y cualquiera que fuera o se sintiera perseguido, solo eran territorio para los más fuertes y los más débiles: un dédalo sombrío de fábricas, pubs y casas de vecindad impropias de Europa donde cualquier cosa podía pasar -desde los crímenes del psicópata más famoso de la historia al origen de la tercera confesión religiosa más numerosa del mundo-, y también donde Londres era, como en ningún otro sitio, really swinging.

 

Viajar al East End | Tu Gran Viaje
© VisitBritain

 

Pero hoy, esas calles, que atesoran el orgullo cockney de una ciudad de aluvión desde los tiempos de los romanos, son the-place-to-be: el lugar donde vivir, donde abrir un restaurante o financiar una red social, donde crear, donde disfrutar de la vida: El East End es hoy el lugar, en definitiva, donde Londres es Londres.

 

Brick Lane, East End. © Tu Gran Viaje
El East End atesora la esencia del Londres más auténtico. Foto © Tu Gran Viaje

 

Allí coexisten, pared con pared y puerta con puerta, mansiones eduardianas con moles brutalistas; algunos de los mejores restaurantes del mundo con camionetas de comida para gourmets y, entre medias, los currys y los beigels de Brick Lane; sedes diáfanas de start-ups que más parecen un show room de Milán que unas oficinas; pequeños negocios artesanos que se transmiten de generación en generación desde el siglo XVIII, con boutiques imposibles pensadas para jeques y, ente medias, los mejores mercadillos de la ciudad, que es lo mismo que decir los mejores mercadillos del mundo. Y, también, la mayor y mejor concentración de talento alrededor y dentro de una copa que se puede encontrar, con seguridad, en todo el planeta. Porque hay una capital mundial de la coctelería y esa es, desde luego, Londres, y en Londres, el East End, donde hay docenas de bares en los que manda el talento alquimista de camareros capaces de sorprender y maravillar en cada trago, en cada sorbo.

NightJar, una de las mejores coctelerías del mundo

Cuando uno llega al NightJar (129 City Rd. www.barnightjar.com. Abierto de 18h a 3h), no es extraño que piense que se ha confundido, que el smartphone le ha guiado mal. Salvo una pequeñísima placa de metal con su nombre y un chotacabras grabados, no hay nada en la puerta de madera -de una simpleza casi conmovedora- que sugiera que, al otro lado, está el segundo mejor bar del mundo: es entonces cuando alguien abre esa puerta, guía al visitante por un pasillo en penumbras, y le hace descender a una cueva donde le acomoda entre mesas ocupadas por futbolistas de la Premiership, presentadores de la televisión, lobos de la City y parejas de enamorados, disfrutando todos de una carta de cócteles que es, simplemente, la mejor del mundo. Servidos en conchas marinas, esculturas metálicas con forma de gallo y, por supuesto, vasos y copas: hay un cóctel perfecto para cualquiera, con alcohol y sin él. Y un Waldorf Gloom Lifter (malta, armagnac, infusión de cera de abeja, granadina, limón exprimido y angostura) hace honor a su nombre y levanta el ánimo y satisface tanto al paladar más exquisito como al neófito. Garantizado.

 

Cócteles en Londres. NightJar, East End
Interior del NightJar

 

Callooh Callay y All Star Lanes. Cócteles entre bolos

Muy cerca, en el Callooh Callay (65 Rivington St), cuando el cliente les recuerda que llevan desde su apertura en lo más alto de las listas de los mejores bares del mundo, lo primero que hacen es sonreír; y lo segundo, preparar y servir un cóctel que convence a cualquiera de esa fama bien ganada.




Es injusto decir cuál de sus cócteles es el mejor: pero el Quinston Churchill (ginebra Tanqueray, clara de huevo, membrillo, sirope y soda) o el Spruce Willis (vodka, picea, aperol, jerez, limón y soda) son los más populares de una carta en lo que no faltan, para picar, recetas tradicionales y alguna exótica como los pimientos de Padrón…

 

Callooh Callay, Londres.
Barra del Callooh Callay, Londres.

 

Una bolera en Brick Lane, el corazón bangladesí de Londres se está convirtiendo en uno de los planes perfectos de moda para un viernes noche. La receta de la All Star Lanes (Brick Lane, 95) lo tiene todo: nada de pistas inmensas con estanterías repletas de zapatillas viejas y sí una coctelería con algunas pistas de bolos para que, entre strike y strike, el Air Mail -Ron Abuelo Añejo, miel, zumo de lima y un toque de prosecco-, o cualquiera de los más de cuarenta cócteles de la carta, clásicos y originales, sean más apetecibles. La puntería de los lanzamientos puede verse algo mermada, pero merece la pena…

Nuestros pubs favoritos del East End de Londres

Pero como no solo de la mejor coctelería del mundo vive el viajero, no hay que olvidarse de que en el East End de Londres, como en toda la ciudad, abundan los buenos pubs. Tradicionales, gastro-pubs, de grandes cerveceras… mucho donde elegir. Dos apuestas seguras son el Ten Bells (84 Commercial Street), enfrente del Old Spitalfields Market, y que fue el último lugar donde se vio con vida a dos de las víctimas de uno de los “vecinos” más famosos del área, Jack el Destripador; y, por supuesto, el Dirty Dick’s (202 Bishopsgate) probablemente el pub más famoso de todo Londres y que lleva desde mediados del siglo XVII cuidando de todos los pasajeros que salen de Liverpool Station y cruzan la calle para descansar con una Ale en sus butacones.

 

Pub Ten Bells, East End, Londres. © Tu Gran Viaje
El pub Ten Bells del East End, un escenario ligado a Jack el Destripador. Foto © Tu Gran Viaje

 

Nuestros restaurantes favoritos para comer en el East End

Y también hay el mapa del East End direcciones para foodies, que encontramos en estas calles algunos de los templos más populares e imbatibles de la ciudad. En Brick Lane, esa calle que nos miente a los sentidos, que creen que en ella cabe un universo, hay docenas de curry houses en las que se sirve el mejor curry del mundoGordon Ramsey dixit, y la manera más sabrosa de darle la razón está en el Preem & Prithi, 120-124 Brick Lane, www.preemprithi.co.uk-, y beigels (panecillos salados en forma de donut rellenos de cualquier cosa pero, sobre todo, buey) tan legendarios como los del Beigel Bake (Brick Lane, 159, abierto las 24 horas del día).

 

Cócteles en Londres. Hawksmoor, East End
Restaurante Hawksmooor, Londres

 

La mejor carne de Londres aguarda en el Hawksmoor Spitalfields (157a Commercial St., www.thehawksmoor.com. Abierto toda la semana), y el lugar donde se sirve el mejor fish & chips de la historia -las colas eternas a la puerta lo atestiguan-, en Poppie’s Spitalfields (6-8 Hanbury Street, poppiesfishandchips.co.uk). Con semejante concentración de lugares para dar placer a los sentidos, ¿quién es capaz de aburrirse de la vida en el East End de Londres?

Londres, la ciudad donde es imposible aburrirse