Sin prisa, pero con apetito, por la región de Ródano-Alpes (I)


Tu Gran Viaje gastrónomico a Ródano-Alpes

Si hay un viaje en el que la gastronomía esté presente, ese es cualquiera que nos lleve a Francia. Y, como en todo el país, la gastronomía en la región de Ródano-Alpes tiene el merecidamente ganado calificativo de arte.

Y si, además, las porosas fronteras -aún Alpes mediante- con Italia y Suiza enriquecen los recetarios, los paladares y las percepciones, la enhorabuena es mayor aún. Viajar por Ródano-Alpes es hacerlo por una tierra orgullosa de la calidad de su gastronomía y de la amplitud de su despensa: normal, entonces, que sea patria chica de los mejores chefs del país y la segunda región francesa donde más estrellas Michelín distinguen a sus restaurantes. Cultura, belleza natural y algunos de los mejores caldos franceses adornan un mapa en el que despuntan los Alpes, la herencia renacentista de Lyon y la Pequeña Riviera del lago Leman.

Teatro de nieves

Cumbres alpinas, glaciares, lagos espejeados… Todos los tópicos alpinos caben en esta región donde Europa no llega más alto de como lo hace en su techo, el Mont Blanc. La cumbre, compartida entre Francia e Italia, es la referencia más evidente del rasgo que mejor define a la región: los Alpes. Aquí nos encontramos con el mayor dominio esquiable del mundo gracias a sus ciento sesenta estaciones de esquí de fama mundial (Alpe d’Huez, Val d’Isère, Megeve, Courchevel…) que atraen cada año a millones de apasionados por los deportes de nieve, y donde han tenido lugar tres juegos olímpicos de invierno. En verano, las estaciones se convierten en escenario para los deportes de aventura como el alpinismo, la escala, excursionismo en glaciares o el parapente. Chamonix es el lugar idóneo desde el que explorar la zona: trenes y teleféricos son el mejor modo de asombrarse ante la rotundidad de los gigantes de granito que rinden pleitesía al Mont Blanc. Un trenecito asciende de Montenvers hasta el Mar de Hielo, el mayor glaciar de Francia (el Mont Blanc, la Vanoise, la Haute Maurienne y el macizo des Ecrins convierten a Ródano-Alpes en la única región de Francia con cuatrocientos kilómetros de glaciares). El teleférico del Brevent ofrece magníficas panorámicas al Mont Blanc, Chamonix y les Aiguilles Rouges, y el muy popular teleférico de la Aiguille du Midi concluye su ascensión a más de tres mil ochocientos metros para alcanzar luego la punta Hellbronner con otro teleférico que sobrevuela la Vallée Blanche. Ródano-Alpes es la única región de Francia donde puede practicarse el excursionismo en los glaciares, una actividad que tiene lugar entre junio y septiembre, sobre todo en el macizo del Mont Blanc y en el glaciar Blanc aux Alpes, y para la que se requieren avanzar con cuerda y crampones y tener un Guía de Alta Montaña.

El país de los cien lagos

Un centenar de lagos -repartidos sobre todo por los departamentos de Ain, Dauphiné, Saboya y Alta Saboya- tachonan nuestro viaje por la región. Conducir en primavera y verano dejándolos a un lado de la carretera es algo que, realmente, detiene el tiempo: hay que comprobarlo en primera persona a lo largo de los cincuenta kilómetros de orilla francesa de ese mar en miniatura que es el glamouroso lago Léman -el más grande de Europa Occidental- se ha dado en conocer como La Pequeña Riviera, y baña las recoletas poblaciones de Thonon, Divonne y Evian. El lago invita a la navegación: más de veinte mil embarcaciones surcan sus aguas,sobre todo con la barca tradicional de Saboya. Alrededor del lago de Annecy, a unos cincuenta kilómetros del de Lèman, uno de los más puros del mundo, se suman los tesoros patrimoniales desde Veyrier hasta Tailloires, en la orilla sur. De Angon a Doussard, la naturaleza recupera sus derechos y su suavidad. Para poder disfrutarlo en profundidad, nada mejor que circundarlo en bicicleta, a pie o en patines. El lago de Bourget (el mayor lago natural de Francia y también el más profundo), o los lagos de montaña de Roselend en Beaufortain, de Goléon o el lago Blanc, son también lugares de una belleza sobrecogedora (continuará).