Viajar por Madrid es la excusa perfecta para descubrir -y enamorarse- de rincones de la Comunidad que están a un paso de la capital.
Picasso en la sierra
En plena sierra de Guadarrama, y rodeado por el río Lozoya, se encuentra Buitrago de Lozoya, el único pueblo de la Comunidad de Madrid que conserva íntegro su recinto amurallado -con más de ochocientos metros de longitud- y un espectacular castillo mudejar del siglo XV que además se puede visitar. Sólo por eso Buitrago ya vale una visita, pero es que además cuenta con un museo muy peculiar, el Museo Picasso, que nació gracias a la colección del que fuera su íntimo amigo y barbero, Eugenio Arias, hijo de esta localidad de la sierra madrileña y que compartió exilio en Francia con el pintor.
Un total de 65 obras entre cerámicas, litografías, carteles, dibujos y aguadas dedicadas especialmente a su amigo con quien Picasso compartió su afición por el mundo taurino. Los terceros sábados de cada mes el museo organiza visita y talleres infantiles para todas las edades, que permiten a los participantes acercarse a la colección de una manera diferente.
Museo Picasso – Colección Eugenio Arias. Plaza Picasso, 1. Abierto de martes a viernes de 11:00 a 13:45 y de 16:00 a 18:00 h; sábados, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 horas; domingo y festivos, de 10:00 a 14:00 horas; lunes cerrado. Entrada gratuita.
Enoturismo a 30 minutos de la capital
Conocer de primera mano el proceso de elaboración del vino de la cepa a la botella es posible en el termino municipal de Aranjuez. La finca El Regajal (Antigua Carretera de Andalucía, KM 50.5, Aranjuez. www.elregajal.es) abre sus puertas para realizar visitas guiadas a su bodega y sus viñedos y poder degustar sus vinos en un entorno único, y no lo decimos sólo nosotros: organizaciones prestigiosas como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos han declarado que “El Regajal es único, no solo en España sino en todo el mundo”, y es que sus quinientas hectáreas han sido catalogadas como reserva natural gracias a que en ella viven 77 de las 225 especies de mariposas de la Península.
Cicloturismo por la Vía Verde del Tajuña
Las Vías Verdes constituyen la recuperación de 7.600 kilómetros en España de trazados ferroviarios de vía estrecha que han quedado fuera de servicio, y de los que aproximadamente unos 100 pertenecen a cinco itinerarios por la Comunidad de Madrid: el del Río Guadarrama, el del Alberche, la de la Gasolina, el del Tren de los 40 días, y la más extensa, de 43 kilómetros, el que discurre por el río Tajuña, entre Ambite y Arganda del Rey, localidad que está unida a la capital gracias a la línea 9 de Metro, por lo que es muy sencillo llegar con tu propia bicicleta.
La ruta recorre un bonito paisaje de vegas muy fácil de realizar para todos los públicos gracias a su firme asalto de color rojo y su buen sistema de señalización, y que era antiguamente el trazado del Tren de Arganda, que según el dicho “pitaba más que andaba” ya que no pudo superar la velocidad de los coches, y que en 1953 fue definitivamente desmantelado.
Comer en Chinchón
Después de El Escorial y Alcalá de Henares, Chinchón es la tercera localidad más visitada por los turistas en la Comunidad de Madrid, gracias a sus tesoros arquitectónicos como son la Plaza Mayor, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el teatro Lope de Vega o el Monasterio de las monjas Clarisas, pero también por su contundente gastronomía castellana a base de asados en horno de leña, y uno de sus platos estrella, las judías chinchoneras que tanto encantaron a Orson Wells en el restaurante Cuevas del Vino cuando se vino a rodar sus Campanadas a medianoche.
Imposible marcharse a casa sin llevarse una ristra de sus famosos ajos, sus originales panes, alguna de las delicias reposteras que fabrican las monjas Clarisas o una botella del típico anís que se elabora desde 1700, si, ese mismo al que cayó rendido John Wayne cuando en 1963 rodaba con Rita Hayworth El fabuloso mundo del circo.
Descubrir la historia de Nuevo Baztán
Olvidado durante años y localizado al sudeste de la Comunidad, es una delicia poder descubrir Nuevo Baztán, uno de los pueblos más singulares de Madrid. Una localidad de nueva planta que en 1705 fundó el visionario magnate navarro Juan de Goyeneche, y el que vino a ser el complejo preindustrial más modernista de su época. Sobre planos de Churriguera levantó además de la iglesia y el palacio barroco de Goyeneche, que hoy se puede visitar en parte, todo un entramado de fábricas de cristales, sombreros, pieles, y telares de seda y lana dirigidos por maestros extranjeros que enseñasen los oficios a la población con el fin de ayudar al desarrollo industrial e intelectual de la España del siglo XVIII.
