Opatija, la perla del Adriático croata, es una de de esas ciudades-balneario que te transportan en el tiempo y que ha sabido conservar todo el sabor y la elegancia de haber sido el retiro por excelencia del antiguo imperio Austro-Húngaro.




Hubo un tiempo en que la flor y nata -realeza, intelectuales y potentados- de Viena, en los años en que era capital del imperio Austro-Húngaro, hizo de Opatija, en la costa de Croacia, su balneario preferido, hasta el punto de que rivalizó en elegancia y riqueza con la Riviera francesa y se convirtió, por derecho propio, en la capital de otra Riviera, la croata, que se extiende desde esta esquina de la península de Istria hasta Dubrovnik, y que alberga algunas de las mejores y más desconocidas playas de todo el Mediterráneo.

 

Panorámica de Opatija | Tu Gran Viaje
Panorámica de Opatija

 

Pero es en Opatija donde esa decadente elegancia de antaño alcanza su máximo esplendor, y eso es gracias tanto al Lungomare -su paseo marítimo de doce kilómetros de longitud, donde se arraciman espectaculares mansiones, villas, balnearios y hoteles de puro joie de vivre mediterráneo, como el legendario Kvarner-, como a su colección de playas y calas: la más conocida, la del Lido, pero sin que nos olvidemos de las de Icici, Moscenicka Draga o Peharovo, en Lovran.

 

Hotel Remisens Premium Kvarner, Opatija | Tu Gran Viaje
Hotel Remisens Premium Kvarner, Opatija

 

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