De la fortaleza de Wartburg al parque nacional de la Suiza Sajona: te damos las mejores ideas para que viajes a Alemania este otoño.
Erfurt, historia en directo
Viajar a Erfurt, la capital del estado federado de Turingia, es hacerlo en el tiempo. La ciudad es uno de los marcos históricos por excelencia de Alemania, un auténtico museo al aire libre donde cualquier lugar en el que se pose nuestra mirada curiosa nos trasladará al Medioevo. La ciudad atesora joyas del Gótico como la catedral de Santa María, la iglesia de San Severo o el célebre puente de Krämerbrücke, el más famoso de los 142 puentes de la ciudad, y que es un auténtico barrio en sí mismo: una colección de más de 60 edificios de entramado tradicional ocupados mayormente por tabernas, restaurantes y boutiques a ambos lados del puente, y que son la arteria por la que discurre la escena más vital de Erfurt. Pero hay más: El monasterio de San Agustín -donde vivió Martín Lutero entre 1505 y 1511- y la antigua Sinagoga -la más antigua de su clase en toda Europa, y desde luego, la mejor conservada, tampoco pueden faltar en tu recorrido por la bellísima Erfurt.
Eisenach, la cuna de Johann Sebastian Bach
La impronta de Johann Sebastian Bach se encuentra en muchos lugares del este de Alemania -Leipzig, por ejemplo-, pero en ningún lugar como en su ciudad natal, Eisenach, en el estado federado de Turingia. Allí, en la Bachhaus (la Casa de Bach. Frauenplan 21. Abierto toda la semana de 10h a 18h. Entradas: Adultos, 9€; Estudiantes, 5€; Menores de 6 años, gratis; Entrada Familiar, 20€. Más información, en http://bachhaus.de/en/home), se exhiben más de 250 objetos originales relacionados con el genial compositor -los más destacables, un autógrafo de Bach, la enigmática copa de Bach y la reconstrucción forense facial de Bach- y donde, cada hora, tienen lugar conciertos de instrumentos barrocos de teclado, música en originales “Bubble-Chairs” suspendidas y una “pieza musical transitable” multimedia junto a cuatro audiciones con obras de Bach que concitan el entusiasmo de los visitantes del lugar.
Fortaleza medieval de Wartburg
Colgada sobre Eisenach en un barranco a más de cuatrocientos metros de altura está una de las joyas del patrimonio monumental alemán, reconocido como Lugar Patrimonio de la Humanidad: Nos estamos refiriendo al espectacular Castillo de Wartburg, un monumento sobresaliente del periodo feudal de la Europa Central -según la UNESCO- y que fue mandado construir a comienzos del siglo XI por Luis El Saltador, el landgrave (señor) de Schauenburg.
El recinto se encuentra entre los castillos mejor conservados del medievo alemán, y es probablemente el castillo fortificado más famoso de Alemania, y lo es por su importancia capital en la historia del país. El castillo fue la sede de los landgraves de Turingia hasta 1440, y siendo un centro de cultura cortesana se convirtió, alrededor del año 1207, en el lugar de celebración del Sängerkrieg, el concurso de trovadores más importante de la época; entre mayo de 1521 y marzo de 1522 vivió allí Martín Lutero; y Johann Wolfgang von Goethe permaneció varias veces en el castillo, la primera vez en 1777.
Bad-Schandau, punto de partida para descubrir el Elba y el parque nacional de la Suiza Sajona
La bucólica Bad-Schandau descansa a ambos lados del Elba. Allí, entre establecimientos termales de fama internacional y hotelitos asomados al río, parten rutas senderistas y ciclistas ideales para sentir en primera persona toda la intensidad de #RespiraAlemania. Es el caso de la Elberadweg, el carril bici de larga distancia más popular de Alemania. La mayor parte del trazado transcurre por un carril bici propiamente dicho, junto al dique del río Elba, y, que junto a las rutas senderistas que parten de la población, son el modo ideal de dejarse sorprender ante la belleza natural de estos parajes del parque nacional de la Suiza Sajona -articulado en torno a la frontera germano-checa-, con sus montañas de piedra arenisca, el paisaje fluvial del Elba -declarado por la UNESCO como Reserva de la Biosfera-, con el mayor complejo de bosques ribereños interconectados de toda Europa. También se puede pasear en canoa por el Elba hasta la garganta de Kirnitzschklamm, una de las excursiones naturales más populares -y accesibles para cualquier viajero- que se pueden realizar en Bad Schandau.
