Berlín, 25 años después


Checkpoint Charlie Berlin_AlemaniaConDB_Foto (c) Tu Gran Viaje

[space height=”20″]

En solo un cuarto de siglo, el Muro de Berlín no es más que un recuerdo del pasado, una razón viajera más de las muchas que nos aguardan en la capital más sexy de Europa

Parece que fue ayer, pero no: en 2014 se cumplen 25 años de la caída del Muro de Berlín, y la capital del país será una fiesta para celebrarlo. El día grande de las conmemoraciones es el 9 de noviembre y ese día, un nuevo muro de miles de globos de helio iluminados recorrerá los doce kilómetros del trazado original del Muro por el centro de Berlín, una senda que se podrá ver incluso desde el espacio. En pleno Checkpoint Charlie está el Asisi Panorama (Friedrichstraße, 205 Entradas: 10€. www.asisi.de), un lugar donde es posible viajar en el tiempo y ser parte del Berlín de los Ochenta gracias al talento y el minucioso trabajo del pintor iraní Yadegar Asisi, quien ha elaborado un hiperrealista retrato de 900 metros cuadrados de la vista que del Muro de Berlín en Checkpoint Charlie tenía desde la ventana de su estudio. El mural se encuentra en un edificio circular y la banda sonora y los juegos de luces que completan la instalación obran el milagro: viajar en el tiempo y sentir qué era esa cicatriz que separaba una ciudad. (En nuestro país, la exposición fotográfica itinerante Berlín: Die Mauer (www.berlindiemauer.com), producida por Tu Gran Viaje, mostrará hasta 2015 la historia del Muro de Berlín)

Chiringuitos de playa en la ciudad

De todos los bares de playa que todos los veranos llenan no solo Berlín, si no toda Alemania, el más conocido es, probablemente, el Strandbar Mitte, en el Monbijoupark, un lugar ideal para ver caer la tarde enfrente del museo Bode. La piscina flotante situada delante del estadio Arena (Eichenstraße 4. Precio: 3€), es un buen plan, con suficiente sitio para tumbarse en las hamacas del embarcadero de madera o en las tumbonas en la arena.
 Metaxa Bay, situada a orillas del puerto Humboldthafen, tiene más de una hectárea de arena: un lugar perfecto para, rodeado de sombrillas de paja, palmeras y tumbonas de madera, escuchar el murmuro del río Spree en una hamaca mientras tomamos un bock de cerveza bien fría o jugamos al voley playa.

Berlín hipster y cultural

Estar a la última en Berlín es estar en Kreuzberg. Los símbolos del barrio -que se extiende a ambos lados del Spree, en pleno centro de la ciudad- son el muy clásico puente Oberbaumbrücke, patrimonio nacional, con sus dos imponentes torres, y la East Side Gallery, el museo de arte al aire libre más grande del mundo: más un kilómetro del mejor street art sobre el mayor tramo del Muro de Berlín (del que en 2014 se cumplen 25 años de su caída) que se conserva. Por la noche, todo el ritmo y el ruido se concentra en cuatro calles: Simon-Dach-Straße, Oranienstraße, Bergmannstraße y Schlesische Straße, y las casas ocupadas de “Hebbel am Ufer” (HAU) ofrecen danza, obras de teatro y actuaciones contemporáneas. ¿Más tranquilo, pero dentro de nuestros parámetros hipsters? Un picnic con productos bio en el parque del barrio, a la sombra de del monumento de hierro fundido que desde hace casi 200 años conmemora la guerra de independencia contra Napoleón. Y no te pierdas el muy original Museo de las Cosas (Oranienstraße 25) donde vas a encontrarte con eso, cosas: una colección estupenda de cacharros y objetos de los últimos 40 años que hará las delicias de todo pirado por lo vintage (todos los hipsters lo somos). En torno al Checkpoint Charlie se concentran muchas de las galerías y los marchantes más reputados de Alemania: en la Galeriehause, la Galería Chrone… En Mitte, además del ya legendario centro de arte ocupado de Tácheles (www.kunsthaus-tacheles.de), nos esperarán la Galería Kirche, el eigen + art, el instituto KW… Y, ya que estamos en Berlín, no dejaremos de acercarnos -y mencionar- a la casa-museo de Mihes Van der Rohe (Oberseestraße 60, www.miesvanderrohehaus.de)