Viajar a La Gran Manzana es un plan viajero perfecto: tiene de todo y para todos, y si se trata de una familia viajera, más todavía… ¡Seguro que encuentras aquí la información que necesitas para vivir a tope Nueva York… con las niñas!




Texto y fotos: Natalia García

Siempre me ha gustado organizar y planificar los viajes a mi familia, y este año teníamos un destino muy deseado… ¡Nuestro gran viaje a Nueva York! No podía defraudarles: esta aventura se merecía disfrutarla al máximo, y creo que lo conseguimos. Viajamos con nuestras dos hijas de 11 y 9 años, y buscamos, dentro de los pocos días que disponíamos, las mejores opciones para todos.

El viaje en avión ya fue de sobresaliente. Se trataba de nuestro primer vuelo transoceánico, y no estaba muy segura de cómo iban a ser las 8 horas para todos, pero, sorpresa: volamos con Iberia y tuvimos la suerte de hacerlo en un flamante A-330, con pantallas táctiles individuales, dónde cada uno podía elegir sus pelis, música, entretenimiento (hasta programación infantil para los niños). Después de una comida, una merienda y una media de dos pelis cada uno, llegamos al JFK sin enterarnos.

En cuanto soltamos las maletas en el hotel NH Jolly Madisson Towers (en 22 E 38th St: su ubicación céntrica fue ideal para movernos por la ciudad), lo primero que hicimos fue subirnos al Empire State Building que nos estaba esperando desde hacía mucho tiempo… impresionante, teníamos ante nosotros las mejores vistas de Manhattan. No sé cuánto tiempo estuvimos ahí arriba, pero sólo con ese momento, nos podríamos haber vuelto ya.

Situado en el piso 70 del rascacielos General Electric, el mirador Top of the Rock es una excelente alternativa al del Empire State.
Situado en el piso 70 del rascacielos General Electric, el mirador Top of the Rock es una excelente alternativa al del Empire State.

Como esta familia quería ver “todo” en un día, fuimos paseando hasta asomarnos a Times Square. Faltarían palabras para describir lo que vimos, nuestras primeras impresiones; pero estaba claro que merecía dedicarle más tiempo, así que lo dejamos para otro momento sin saber que, a lo largo del viaje, siempre acabaríamos pasando por allí en algún momento del día… No pudimos dejar de cumplir con la “obligación” de sentarse un buen rato en las escaleras rojas a contemplar todo lo que pasa a tu alrededor, que es ni más ni menos que el pulso de la ciudad: Times Square es el corazón de Manhattan, y no es una exageración afirmar que se oyen sus latidos. ¡Es todo vida!

Times Square es el corazón de Manhattan, y no es una exageración afirmar que se oyen sus latidos.
Times Square es el corazón de Manhattan, y no es una exageración afirmar que se oyen sus latidos.

Caminando por la Quinta Avenida

No dimos crédito ante el paraíso de golosos que es la inmensa y espectacular tienda M&M’s World (1600 Broadway), y lo mismo nos sucedió en la tienda Toy “R”Us, con su noria gigante y la gran casa de Barbie. Para recuperar fuerzas, fuimos a cenar al restaurante Bubba Gump (1501 Broadway, www.bubbagump.com) donde cada rincón estaba decorado con alguna escena de la película Forrest Gump. Cocina americana, con diferentes variedades en platos de gambas, cocktails de colores, y el menú infantil viene en su barquito Jenny. ¡Ideal! Lo siguiente fue caminar un poco hasta llegar al Rockefeller Center, está la tienda Lego (620 Fifth Avenue @ 50th Street. Abierta de lunes s sábados de 10h a 20h, y los domingos, de 11h a 19h), donde puedes encontrar cualquier pieza, da igual lo pequeña que sea y el color que necesites, que ahí la encontrarás. Colgando del techo descubrirás un dragón gigante de piezas Lego que rodea toda la tienda. Y, desde luego, cumplimos con un ritual básico para todo viajero que se acerca al impresionante Rockefeller Center: ascender al Top of The Rock, (Abierto todos los día del año de 8h30 a medianoche. El último ascensor sube a las 23h. Precio de las entradas: adultos, 29$; niños entre 6 y 12 años de edad, 18$; los menores de 5 años, entran gratis) con vistas más impresionantes aún, ya que desde aquí puedes ver el gran Empire State Building.

La tienda M&M's Wold de Nueva York, una visita imprescindible si se viaja con niños a la Gran Manzana
La tienda M&M’s Wold de Nueva York, una visita imprescindible si se viaja con niños a la Gran Manzana

¿Y cómo no pasar un rato en American Girls, (609 5th Ave. www.americangirl.com), la tienda de las muñecas que llevan todas las niñas con las que te cruzas por Nueva York?. Allí te encontrarás cientos de modelos, con diferentes versiones de pelo, color de ojos, de piel, ropa y todos los tipos de escenarios; incluso hay una peluquería donde peinarlas, y un salón de té donde las niñas celebran los cumpleaños acompañadas de su muñeca. How cute!

Nuestras muñecas American Girls, disfrutando de un picnic en Central Park
Nuestras muñecas American Girls, disfrutando de un picnic en Central Park

El oso gigante y el soldadito -¡de carne y hueso!- nos dieron la típica bienvenida a FAO Scwharz (767 5th Avenue. Abierta de domingo a jueves de 10h a 20h; viernes y sábados, hasta las 22h), la tienda de juguetes más grande del mundo, a la altura de la entrada a Central Park de la Quinta Avenida y sólo a unos pasos de la Apple Store más espectacular del mundo. Dentro teníamos una cita obligada con el piano gigante de la escena que protagoniza Tom Hanks en Big, donde, tanto las niñas como su madre -confieso que la que más, nos pusimos a saltar como locas.

¡Imposible no tocar el piano a lo Tom Hanks en la tienda FAO Schwarz!
¡Imposible no tocar el piano a lo Tom Hanks en la tienda FAO Schwarz!

Clásicos de Nueva York

Nuestro recorrido por los escenarios más clásicos y turísticos de Nueva York llegó, por fin, a Central Park, donde lo que más nos apeteció fue sentarnos en una de sus explanadas y contemplar las vistas, así como pasear alrededor de los lagos y saludar a todas las ardillas atrevidas que asomaban por cualquier rincón del parque. Otro clásico que no quisimos perdernos fue, naturalmente, visitar la Estatua de la libertad, el símbolo de la libertad de EEUU; sólo el viaje en ferry ya merece la pena. Hicimos cientos de fotos alrededor de la estatua, contemplamos el skyline de la Gran Manzana, subimos al mirador y como no podía ser de otra manera, tuvimos que subir hasta la corona. Y, cómo no, queríamos ver un musical de Broadway, pero nos decidimos por algo más alternativo, los Blue Man Group, http://www.blueman.com/), una mezcla de música, pintura, humor, espectáculo… Creo que es de lo mejor que he visto en mi vida, recomendable para todos los públicos.

El Blue Man Group hace de las suyas en el Astor Place Theatre, en el 434 Lafayette St. Tu Gran Viaje a Nueva York con niñas
El Blue Man Group hace de las suyas en el Astor Place Theatre, en el 434 Lafayette St. Tu Gran Viaje a Nueva York con niñas

En Chelsea, disfrutamos de subir al High Line Park (www.thehighline.org), el parque que se extiende sobre un antiguo tramo elevado del metro, y pasar un rato en el Chelsea Market (75 9th St, www.chelseamarket.com), el mercado para foodies y gourmet que ocupa la antigua fábrica de galletas Oreo, donde hicimos compras y nos dimos un homenaje a base de unas ostras con champagne -los mayores- y pasta eco preparada en el momento -las peques. Acertamos de pleno, pues las comidas que hacíamos hasta ese día no eran precisamente de “dieta mediterránea”: mucha comida rápida, algo que en Nueva York no puedes evitar y menos si estás todo el día caminando y teniendo que reponer fuerzas continuamente. Personalmente, me encantaron los gofres de Wafels & Dinges (www.wafelsanddinges.com), tan maravillosos en cualquiera de sus variedades que no me extraña que hayan ganado docenas de premios a los mejores gofres de Nueva York.

Descubriendo el pasatiempo nacional en el Yankees Stadium

Coincidiendo que jugaban los Yankees de Nueva York en nuestra estancia, fuimos al Yankee Stadium a verlos jugar contra los Orioles de Baltimore (tengo que decir que, previa petición del padre de las niñas, la elección de los días del viaje han sido elegidos según calendario de los partidos de los Yankees). Es la primera vez que veíamos un partido de baseball, y fue todo un espectáculo: lo más importante no era quien ganara, sino cuánto se animaba siguiendo las pantallas gigantes y cuánto se comía, todo en tamaño XL, de los diversos restaurantes que rodean el campo por dentro. Tres horas o más de entretenimiento garantizadas.

¿A quién le importa el resultado del partido con un ambiente así en el Yankee Stadium?
¿A quién le importa el resultado del partido con un ambiente así en el Yankee Stadium?

No podía faltar un poco de glamour en este viaje, así que decidimos hacer un tour por helicóptero alrededor de Manhattan (www.heliny.com). El trayecto fue breve pero intenso: mientras los cuatros estábamos en contacto unos con otros gracias a nuestros cascos, íbamos divisando las espectaculares vistas de la ciudad por encima del río Hudson.

El teleférico Roosevelt Island Tram conecta el Upper East Side con la isla Roosevelt. ¡Nos encanto!
El teleférico Roosevelt Island Tram conecta el Upper East Side con la isla Roosevelt. ¡Nos encantó!

Y ya para darle el toque final, por unos cuantos dólares más que un Yellow Taxi, y asegurándonos el transfer a la vuelta al aeropuerto, el último día volvimos en limusina: ¡había que despedirse de la ciudad como se merecía, a lo grande! Ahí quedan para nuestro recuerdo estos y otros lugares que también visitamos -la zona financiera de Wall Street, el 9/11 Memorial, el puente de Brooklyn, Chinatown y Little Italy (incluida la pastelería Ferrara, en el 195 de Grand Street, con unos cannolis riquísimos y una tienda de adornos navideños preciosa), el SoHo, Penn Station, el teleférico Roosevelt Island Tram, la estampa del Flatiron Building, el Bryant Park (detrás de la Biblioteca de la ciudad) con un parque para los niños, el portaaviones Intrepid, incluso un fragmento del Muro de Berlín... Lugares todos ellos que nos han demostrado a los cuatro que Nueva York es más apasionante de lo que pensábamos, y un Gran Viaje ideal para viajar con niñas. ¡Animaos!