El mayor spa natural del mundo: eso es, también, el imprescindible Mar Muerto. Todo un chapuzón de historia y bienestar.

El Mar Muerto es, en tierra firme, el punto más bajo en el que vas a estar jamás: 416,5 metros por debajo del nivel del mar. Casi nada. Y por si fuera poco atractivo, no es el único con el que el Mar Muerto, uno de los lugares más icónicos del planeta, capta desde hace siglos el interés de viajeros de todos los tipos: por ejemplo, los incontables beneficios de sus saladas aguas han despertado la atracción de muchos visitantes desde tiempos remotos, incluyendo al rey Herodes y la bella reina egipcia Cleopatra, quienes solían acercarse a este lugar para gozar de las características terapéuticas del agua y sus lodos.




Con diez veces más de sal que el resto de los mares del planeta, el Mar Muerto es rico en sales clorhídricas como el magnesio, sodio, potasio y bromo, entre otros minerales. Así, la combinación del agua del Mar Muerto con el rico lodo negro que se halla a lo largo de la costa tiene importantes efectos saludables: mejora la circulación, mitiga las molestias de la artritis, cura alergias y revitaliza la piel. El aire de la zona no es menos beneficioso que el líquido elemento.



El agua del mar, en constante evaporación, deja en el aire una combinación única de sales clorhídricas, azufre, sodio, potasio, yodo, magnesio, calcio y bromo con propiedades beneficiosas para la piel, así como para la mejora del funcionamiento del metabolismo. Además, el Mar Muerto es el lugar más seguro del mundo para tomar el sol. Ello se debe a que el vapor que emerge de la superficie del mar, que está en continua evaporación, hace de filtro natural protegiendo de los rayos UB-B.

 

El Mar Muerto, el mayor spa natural del mundo

 

Y si estás allí, no te perdonarías no conocer otra gran maravilla cercana: Hammamat Ma’in (las aguas termales de Ma’in). Las aguas termales, muy populares tanto entre la población local como entre los turistas, están situadas a 264 metros bajo el nivel del mar en uno de los oasis más impresionantes del mundo. Cientos de bañistas vienen cada año a disfrutar de las ricas aguas minerales de estas cataratas hipertermales.



Estas cataratas son producto de las precipitaciones invernales que reciben las planicies de las tierras altas de Jordania y que alimentan las 109 fuentes termales frías y calientes del valle. Las fisuras subterráneas de lava calientan el agua hasta alcanzar los 63°C a medida que desciende por el valle antes de alcanzar el río Zarqa.