La pasión por el anime -dibujos animados- y el manga -cómic- de los japoneses traslada a la vida, y en cualquier escenario urbano, a uno de los elementos característicos de estos movimientos: los robots, los mechas.
Tierra de mechas: eso es Japón. Bueno, el país es muchas cosas más pero, tras el anuncio de la comercialización del robot Kuratas, no queríamos dejar pasar la oportunidad de recordar los robots gigantes que, de cuando en cuando, aparecen en el camino de un viajero por esos lares…
Una empresa japonesa, Suidobashi Heavy Industry, está desarrollando un robot real, con nombre de -claro- personaje de serie anime: Kuratas. Una pieza de ingeniería de casi cuatro metros y más de cuatro mil quinientos kilos de peso movidos por diesel que se podrá adquirir al precio de un millón y medio de euros. ¡Ah! Dispara botellas de agua, y los revólveres de los guantes se controlan -dice la empresa- con la sonrisa del comprador… Realmente encantador.
Pasión por los mechas
Todavía queda algo de tiempo para que el proyecto esté disponible para competir en fama con el más famoso de todos los mechas de Japón: el gran, legendario, mítico Tetsujin 28, -quince metros de altura, cincuenta toneladas- orgullo de la ciudad de Kobe, adonde peregrinan fielmente otakus y viajeros de todo el mundo, que ponen rumbo al parque Wakamatsu, en el muelle Nagata de la ciudad.
Sin salir de Tokio -algo sencillo, pues no por nada es la ciudad más grande del mundo- puedes visitar al centinela Laputa, de más de cinco metros de altura, y está en el imprescindible museo Ghibli -del que te hablamos aquí– puedes rendir honores ante el centinela Laputa, un mecha de cinco metros que, al igual que el museo, es una creación de ese mago del anime que es Hayao Mizayaki.
Mechas, los robots gigantes de Japón
Pero de todos los mechas -que son miles- que aparecen de repente por Japón, sin duda el más espectacular es el Mobile Suit Gundam que guarda las puertas del parque de atracciones Gundam Front Tokyo, inaugurado el pasado mes de abril en la séptima planta del inmenso y “bladerruriano” centro comercial de Odaiba. El mecha mide casi veinte metros de alto y pesa más de treinta toneladas, y preside la plaza que da acceso al centro comercial y al parque, que está consagrado a la serie de anime que protagoniza, y donde se puede disfrutar de una inmensa pantalla de vídeo donde se pasan episodios y vídeos, exposiciones de planchas originales de dibujos, y montones de modelos hechos en plástico de los demás personajes-robots de la serie.
Este mecha ha sido montado y desmontado en varias ocasiones desde que comenzó a ser expuesto en Odaiba en 2009. Y por supuesto que no es una estatua inmóvil: tiene más de cincuenta puntos que proyectan luz, catorce que generan vapor -como si estuviera siempre en fase de despegue- y, además, mueve la cabeza… ¡Todo un espectáculo!
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