En Shibuya con Takashi Miike


Rodaje en Tokio del director de cine Takashi Miike

Nada como toparse en mitad de Tokio con una luminaria del cine para convencerse de que a menudo las mejores cosas nos suceden lejos de casa.

Shibuya, la zona de restaurantes y copas más psicodélica del mundo, es un barrio de Tokio lleno de tiendas raras, mundialmente famoso por su paso de peatones o “cruce de Shibuya” que visto, por ejemplo, desde el Starbuck’s Coffee o desde la espectacular estación de metro, es uno de los hormigueros más alucinantes del Planeta. Shibuya es, además, el paraíso de los otakus y el reino de los Love Hotels. Cuando termina uno de recibir sensaciones, se puede pasar el resto de la noche en uno de sus muchos cíbers, con cómodas butacas que permiten sobar y seguir soñando con Nipolandia. La zona es todo un cuelgue visual: un espacio-maraña electrizante con pisos llenos de locales insólitos, todo un rompecabezas que nunca termina de encajar y de sorprender.

 

Takashi Miike rodando en el barrio de Shibuya, Tokio. foto Jesus G Marin

El amigo Takashi, en vivo y en directo

De todos es conocida la importancia del cine japonés de antaño y hogaño: su notable técnica y capacidad expresiva, su mensaje universal siempre enriquecido y tamizado por las peculiaridades de la sociedad nipona. ¿Quién no se ha emocionado, que diría Boyero, viendo películas de Mizogushi, de Akira Kurosawa o de Ichikawa? ¿Quién no se asombra viendo la prodigiosa disfunción entre la música y las escenas, tan habitual en los filmes de Takeshi Kitano, director especializado en recrear dramas de mafiosos, de la yakuza? Mas si hay un director que destaca en el tratamiento de estos temas, incluso de una forma histórica —véase su impresionante puesta en escena en la película Hara-Kiri, un remake basado en otra película de Masaki Kobayashi y, sobre todo, en la famosa novela de Yasuhiko Takiguchi, en la que se aprecia en toda su crudeza el suicidio ritual de un samurái en un mundo lleno de tabúes— ese es Takasji Miike o Takashi Mike o Takashi Miike, natural de Osaka (1960): director de verdadero culto, sus películas pueden gustar o no, pero te suelen dejar unas veces tocado y otras, noqueado. En las mismas desfilan los más variados psicópatas y psicóticos, como aquel de Audition que liga para poder trocear a sus víctimas, o aquella sobre el asesino Ichi a quien le cuesta dios y ayuda matar a la gente; pero en ese impase reside su placer, que culmina cuando mata y sobre todo cuando se topa con Kakihara, un yakuza sadomasoquista. Y de nuestro último viaje a Tokio nos traemos para compartirlas con todos vosotros estas fotos inéditas de una de las últimas pelis sobre yacuzas rodadas por el gran Takashi precisamente en Shibuya, el barrio yacuza siempre lleno de sopresas.