Inmensa y variada como su geografía: así es la exquisita gastronomía de Chile, un país para comérselo.





Constreñir la gastronomía chilena a las empanadas, los asados y los vinos es un pecado culinario. El huracán del vecino Perú no oculta la inmensidad del recetario chileno: esos más de seis mil kilómetros de costa son un vivero casi inagotable del que salen congrios, corvinas, meros, reinetas y, también, salmón, que protagonizan recetas clásicas -caldillo de congrio, congrio frito, corvina al horno con salsa de mariscos, salmón con alcaparras- que se sirven en cualquier restaurante y barecito de la costa. Hay buen marisco, sobre todo ostras, que en Chiloé alcanzan su perfección; y, en la isla de Pascua, hay que darle la oportunidad que merecen a los muy exóticos pescados polinésicos.




Tierra adentro, el clima y la tierra mandan: es el territorio de -ahora sí- las empanadas, las cazuelas, el pastel de choclo, las humitas, los porotos granados, los productos de la matanza. Uno de los platos estrella de la gastronomía chilena es el cordero asado al palo y centollas que se sigue elaborando en la Patagonia del mismo modo que hace siglos; y la herencia mapuche nos ha dejado condimentos como el merkén.

 

Viaje gastronómico por Chile | Tu Gran Viaje
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Del vino de Chile, poco que decir que no se sepa en todo el mundo: los valles chilenos – Aconcagua, Casablanca, San Antonio-Leyda…- son cuna de caldos de categoría mundial -de cepas trasplantadas hace décadas de cabernet sauvignon, syrah, pinot noir, sauvignon blanc o chardonnay-, disfrutados y apreciados en todo el mundo.

 

Gastronomía de Chile en Tu gran Viaje
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