El recuerdo del Titanic, un imponente campanario, buenos restaurantes y hoteles, y una cata de whiskey: Te damos las razones para que, si vas a viajar a Cobh, no eches nada en falta, Gran Viajero.
Detenerse en Pearse Square y dejarse arropar por la imponente figura de la catedral de San Colman, que vigila las empinadas calles de Cobh desde lo alto de la colina que da sombra a esta pequeña ciudad portuaria del condado de Cork -pequeña en tamaño pero grande, y mucho, en importancia y en historia- le demuestra una vez más al viajero que, muchas veces, la esencia viene en frasco pequeño y que, cuando tal vez menos se lo espera uno, un escenario viajero de primera le sale al paso.
Porque Cobh -en la Isla Grande del estuario del río Lee, a unos 25 kilómetros al sureste de Cork– no es solo, que también, un precioso pueblo pesquero con uno de los mayores puertos naturales del mundo y con la colección adecuada de b&b’s, acogedores pubs, y locales de apuestas de los que resuenan las televisiones emitiendo carreras de caballos; es, también, un hito en la historia del siglo XX irlandés y mundial.
De su puerto salieron decenas de miles de irlandeses en pos de una vida mejor rumbo a Inglaterra, América del Norte o casi cualquier lugar del mundo, embarcados en lo que en la época se llamaban “barcos-ataúd”: embarcaciones atestadas de pasajeros que se lanzaban a las fieras aguas del Atlántico Norte en busca del faro estadounidense, para dejar atrás esta ciudad cuyas calles y callejuelas ascienden desde la orilla del mar hasta la colina, en cuya cima se dibuja la silueta de la catedral neogótica de St Coleman, dominada por su elevada aguja y por su carillón de 47 campanas.
El puerto de Cobh, uno de los puertos naturales más grandes del mundo
En el puerto de Cobh, seguro y de gran calado, atracaron en el pasado los grandes trasatlánticos, entre otros, los legendarios Queen Mary y Queen Elizabeth, así como el desdichado Titanic. Otro suceso luctuoso asociado con Cobh es el hundimiento del Lusitania, torpedeado por un submarino alemán cerca de Kinsale, unas millas al sur, durante la Primera Guerra Mundial.
El hecho sirvió como pretexto para la entrada de los Estados Unidos en la contienda. Puesto que Kinsale era una base naval británica, los supervivientes fueron acomodados en Cobh, y las víctimas recibieron sepultura en el cementerio de la localidad. En el muelle, un monumento conmemora el hecho.
Una visita de turismo por Cobh
En las dependencias de la estación de ferrocarril está el Queenstown Story Heritage Centre (abierto de marzo a octubre, de lunes a sábado de 10h a 18h), que cuenta la historia de la ciudad desde la gran hambruna del siglo XIX hasta la actualidad. En Titanic Experience Cobh (Casement Square. Abierto del 1 de abril al 31 de septiembre, todos los días de 9h a 18h. Resto del año, de 10h a 17h30. Entradas: adultos, 9€. Menores de 16 años, 6’50€), se repasa la historia del Titanic y su relación con la ciudad.
El edificio es la antigua oficina de embarque de la línea White Star, que comenzó a operar a comienzos del siglo XIX y de la que salieron decenas de miles de pasajeros para todo el mundo, pero los protagonistas aquí son los 123 que lo hicieron en el Titanic: pues fue en Cobh el último punto en que el barco atracó. La visita guiada muestra toda la historia del barco, del naufragio y nos hacen experimentar cómo era la vida a bordo -tanto en Primera Clase, como en Tercera. Una visita imprescindible cuando se viaja a Cobh.
En los alrededores de Cobh: Whiskey y fauna salvaje
Situado en otra de las islas del estuario del Lee, el Fota Wildlife Park (Carrigtwohill, Fota Island. Tel 021 12678. Horario: de abril a octubre, de lunes a sábado de 10h a 17h; domingos desde las 11h.) es el único parque zoológico salvaje de toda Irlanda. Se encuentra en una gran finca, alrededor de un pabellón de caza del siglo XVIII, Fota House, que fue transformado en residencia de aire clásico en la pasada centuria. Incluye fauna bastante exótica: canguros, flamencos, pingüinos… En el arboretum podréis contemplar especies provenientes de todo el mundo.
En cualquier viaje a Irlanda es imperdonable no catar cualquiera de sus whiskies… Muy cerca de Cobh, en Midleton, está el Jameson Heritage Centre (Horario: de mayo a octubre, todos los días de 10h a 16h), en una de las principales destilerías del país, de donde sale la mayor parte del whiskey que se produce en la isla. Allí asistiréis al proceso de elaboración de “el espíritu de Irlanda”, como reza la publicidad del whiskey Jameson. Y, tras la explicación, la correspondiente degustación de este agua de la vida. Sláinte!
GUÍA PRÁCTICA DE TU GRAN VIAJE A COBH
Cómo llegar: Ofertas de vuelos baratos desde España a Cork
Encuentra en Booking Tu Gran Viaje las mejores ofertas para viajar desde España a Cork, donde se encuentra el aeropuerto más cercano a Cobh. Tienes vuelos desde 49€ por trayecto.
Recomendaciones de hoteles en Cobh: Dónde dormir en Cobh
El Bellavista Hotel (Bihsop’s Road. Tel. (21) 4812450. Resérvalo al mejor precio en este enlace) es una construcción victoriana en el puerto de Cobh, con preciosas vistas de la ciudad que se pueden disfrutar desde casi todas sus 20 habitaciones. Además, tienen un buen bistrot de estilo francés.
De precio más elevado es el muy recomendable WatersEdge Hotel (Yacht Club Quay. Tel. (21) 4815566. Resérvalo al mejor precio en este enlace). El WatersEdge Hotel es una propiedad familiar, un establecimiento coqueto y acogedor, en un imponente edificio victoriano con todo el aroma de entonces. El WatersEdge es uno de los hoteles más conocidos de la República, galardonado como ‘hotel del año’ en diversas ocasiones, lo mismo que su restaurante –tal vez el mejor de la ciudad-, el Jacob’s Ladder.
Dónde comer en Cobh: restaurantes de Cobh
Jim’s Place. 22 West Beach. Local acogedor donde reponer energías por poco dinero. Carnes, pollo, marisco y comida rápida (sándwiches, hamburguesas, pizzas). En el Clippers Bar & Restaurant (Yacht Club Quay) hay excelentes pescados y mariscos, una amplia carta de vinos, excelentes vistas, y los precios son ajustados. ¿Qué más puedes querer, Gran Viajero! Sláinte!
