Tu Gran Viaje por el Valle del Loira (IV). El Manoir du Clos Lucé, Tours y el Château de Villandry


chateau de villandry. Tu Gran Viaje por el Valle del Loira
© Château de Villandry

La cuarta etapa de Tu Gran Viaje por el Valle del Loira continúa y lo hace comenzando por el que fue hogar de uno de los mayores creadores de la Historia: Leonardo da Vinci.

Para volver del Cher al Loira y llegar hasta Amboise, han sido 12 km. Han sido doce los kilómetros de trayecto por una carretera que ha supuesto, en sí misma, un entretenido paseo que ha servido para revisar un poco la historia y recordar que nos vamos a encontrar con uno de los más grandes personajes del Renacimiento: nada menos que con el gran Leonardo da Vinci. Así que sin pensarlo dos veces vamos directos al Manoir du Clos Lucé, la mansión donde pasó el artista italiano los últimos años de su vida. Leonardo llegó a Francia en 1516 por expreso deseo del rey Francisco I, quien le cedió la casa donde él había pasado su infancia, y hasta allí viajó acompañado de su ayudante Francesco Melzi y de su cuadro por excelencia, La Gioconda. Dice la leyenda que cuando falleció, el 2 de mayo de 1519, lo hizo en brazos del rey. Hoy la casa se conserva tal y como era cuando vivía en ella el artista. Ahora bien, lo más curioso está en el parque: se trata de la construcción de algunos de sus inventos para que los niños puedan jugar libremente con ellos. Si Leonardo vivía en esta casona, el rey lo hacía a unos quinientos metros, en el Palacio Real, se cuenta que había un pasadizo que comunicaba ambos edificios. Por nuestra parte salvaremos la distancia caminado tranquilamente por el pueblo.

Manoir du Clos Lucé. Tu Gran Viaje por el Valle del Loira
Manoir du Clos Lucé. Foto CC Nadegavillain.

Los secretos del Manoir du Clos Lucé

Antes de pasar al castillo entramos en la Capilla Saint-Hubert. Se trata de una pequeña capilla de estilo gótico donde se encuentra la que se considera tumba de Leonardo da Vinci. El castillo, bastante afectado por reformas y reconstrucciones, es una típica muestra del periodo de transición entre gótico y renacentista. La parte más antigua corresponde a la Tour des Minimes, donde los caballeros podían entrar sin necesidad de aperase del caballo. Luego iremos viendo la Sala de Guardia, con sus bóvedas de ojiva; el Paseo de la guardia, galería cubierta que antaño servía para controlar el paso por el río y hoy, para que disfrutemos de una bonita panorámica; la Sala de guardias nobles, cuyo techo se apoya en una esbelta columna central en forma de palmera; la Sala de los tamborileros, salón que fue testigo de la boda entre Carlos VIII y Ana de Bretaña; la Sala del Consejo, con sus estilizadas columnas y dos grandes chimeneas y donde Leonardo da Vinci mostró durante una fiesta una máquina que representaba el curso de los planetas; la Sala del copero mayor con unos bonitos tapices de Aubusson (siglo XVII); la Habitación de Enrique II, más tapices de los siglos XVI y XVII (Bruselas y Tournai); la Antesala del cordón; las Dependencias de Luis Felipe; el Salón de música

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Tours, parada y fonda

La principal ciudad de nuestro recorrido se encuentra a 26 km de Amboise. Es Tours, la patria chica de San Martín (de Tours). Una ciudad que fue duramente castigada por los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial y que, gracias a la Ley Malraux, pudo ser reconstruida con gran acierto a partir de 1959. Cuando se está paseando por el casco antiguo, uno comprende el valor de la restauración; basta fijarse un poco en los edificios para ver el diferente tono entre las piedras nuevas y viejas. Todo el barrio gira en en torno a otras ruinas, las de su impresionante basílica de saint Martin. De la construcción original, siglo XII, no quedan más que un par de torres, Tour Charlemagne y Tour de l’Horloge, lo que falta no se perdió durante la Guerra Mundial, sino unos siglos antes, entre los años 1797 y 1802, en pleno furor revolucionario. Hoy es difícil hacerse una idea de su grandiosidad, a pesar de que sobre el suelo se han trazado líneas marcando su diseño original y que hay un panel explicando cómo era. Pero el verdadero corazón de la ciudad es su Place Plumereau, rodeada de un bello conjunto de casas antiguas con sus entramados de madera y tomada por las terrazas de los bares que hay a su alrededor. Antes hemos dicho que de la antigua basílica no quedó prácticamente nada, así que entre los años 1886 y 1924 se construyó una nueva dentro del más puro estilo neobizantino de moda en aquella época. Así que allí vamos, y ya de paso bajamos a la cripta para ver la tumba del santo.

Place Plumereau, Tours. Tu Gran Viaje por el Valle del Loira
Place Plumereau, Tours. Foto CC Gerard Jalaudin.

Como no podía ser menos, Tours también cuenta con su castillo (siglos XIII-XIV). Queda en la parte moderna de la ciudad y ha sido adaptado para sala de exposiciones. Los otros puntos que reclaman la atención son el Musée des Beaux Arts (18, place François Sicard), antiguo palacio episcopal en cuyo patio hay un gran cedro y que entre otras cosas cuenta con varias pinturas de interés y la Cathédrale Saint Gatien (siglos XIII al XV), donde lo más curioso es la manera en que ha ido superponiendo estilos, y justo al lado, adosado a sus muros, el Claustro de La Psalette, siglos XV-XVI.

El Château de Villandry

Cumplida la visita, en 15 km, llegamos al Château de Villandry, muy cerca de la confluencia del Cher y Loira. Siempre que se habla de este château es para alabar la belleza de sus jardines, de los que es responsable un médico español, Joaquín Carvallo (1869-1936), quien después de casarse con una rica heredera americana, Ann Coleman, se encargó de su restauración tomando como modelo el jardín medieval original, que alternaba la parte decorativa con otra puramente práctica, un huerto. Hay que subir a la terraza superior para contemplar en toda su extensión y detalle la armónica distribución de sus espacios que parecen jugar a montar un puzzle de figuras geométricas. En cuanto al castillo, del siglo XVI, fue igualmente reformado y renovado por el matrimonio, que incluso incorporó en uno de sus salones un techo mudéjar procedente de Toledo.

Château de Villandry. Tu Gran Viaje por el Valle del Loira
Jardines del Château de Villandry. © Jean-Christophe Benoist
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