Sant Antoni es famoso en todo el mundo por sus anonadantes puestas de sol sobre el mar, pero es mucho más que eso. Te descubrimos las claves -y los enclaves- a tener en cuenta en Tu Gran Viaje a Ibiza.

A Sant Antoni le ponen banda sonora de chill out los bares y restaurantes de la zona de Caló des Moro y de ses Variades. Y cuando el sol se oculta, son los aplausos de los miles de personas que lo han presenciado lo que pone el broche al espectáculo de la naturaleza y, también, lo que marca el inicio de la vida nocturna: El Café del Mar, Amnesia, Privilege, Edén o El Paradís son algunos de los templos del ocio que definen el espíritu hedonista de Ibiza y que se encuentran en el municipio. Pero San Antonio no es menos merecedor de la atención de todos los visitantes un patrimonio cultural rico y repleto de hallazgos.

 

Bahía de Sant Antoni, Ibiza

 

La iglesia de San Antonio, del siglo XIV, o la capilla subterránea de Santa Agnés de Corona, descubierta a comienzos del siglo pasado, son dos ejemplos de esta riqueza monumental. Y sin salir de Santa Agnés de Corona, espera a los visitantes una de las panorámicas más bellas de las islas Baleares y, por extensión, del Mediterráneo: la del Plá de Corona, la llanura que, salpicada de numerosas muestras de la arquitectura ibicenca más tradicional -una tendencia arquitectónica trasplantada ya a todo el mundo- es el espejo en que se mira la Ibiza más auténtica, famosa por el espectáculo de la floración de los almendros, que tiene lugar todos los años entre finales de enero y principios de marzo.



 

Cerca también de Santa Agnès de Corona, en el camino de Cala Salada aguarda la Cova de Ses Fontanelles (también conocida como la Cova des Vi), con una colección de pinturas rupestres de temática marinera datadas en la Edad del Bronce y, en las inmediaciones del pueblo de Sant Mateu, sobre los acantilados costeros, aparecen las Torres d’en Lluc, una fortificación de la que se conservan las bases de dos torres y cuya construcción se cree se remonta a la baja Edad Media.

 

Atardercer en el café del Mar, Ibiza. Foto de Ben Coombs
Atardercer en el café del Mar, Ibiza. © Ben Coombs



 

Y, desde luego, si hay una actividad que no sabe de modas y que es por sí misma una razón para escaparse a San Antonio en cualquier momento del año, es su gastronomía. Los platos tradicionales de la isla -bullit de peix, arroz a banda, sofrit pagès– acompañados de un Vino de la Tierra de Ibiza de alguna de las bodegas del municipio –Sa Cova, Ca’n Maymó y Ca’n Rich de Bucastell, además abiertas al visitante- son el colofón idóneo para rendirse del todo a los encantos de esta Ibiza atemporal que aguarda en San Antoni.