A un paso de Madrid se encuentra la cuna de uno de los mejores vinos blancos del mundo, la Villa de Rueda. Tierra de verdejo e historia, te damos algunas de las mil razones que te harán viajar a Rueda.




Viajar a Rueda, esa tierra ribereña del Duero enclavada en Valladolid, es hacerlo a la cuna de uno de los mejores vinos blancos del mundo. Doce municipios –La Seca, Matapozuelos, Medina del Campo, Nava del Rey, Olmedo, Pozaldez, Rueda, Serrada, Tordesillas, Villaverde de Medina y Fresno el Viejo, además de la Mancomunidad Tierras de Medina– componen la Ruta del Vino de Rueda, y podría decirse que reflejan a la perfección la esencia de Castilla.

 

Castillo de la Mota, Medina del Campo. Foto © Tu Gran Viaje | Viajar a la Ruta del Vino de Rueda
Iglesia de la Asunción, Rueda. Foto © Tu Gran Viaje

 

Pueblos y villas de un riquísimo patrimonio -recintos amurallados, colegiatas, castillos, templos mudéjares, conventos, palacios, monasterios, plazas mayores porticadas- que han sido testigo y escenario de algunos de los mayores hitos de la historia de España -desde el paso de Cristóbal Colón por Medina del Campo a la muerte de Isabel la Católica, también en Medina, en 1504, pasando por la firma del Tratado de Tordesillas en 1494, o las múltiples batallas libradas a lo largo y ancho de los doce municipios. 




El Palacio Real Testamentario y el Castillo de la Mota en Medina del Campo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Rueda, la Real Chancillería y las murallas en Olmedo o el Real Monasterio de Santa Clara y las Casas del Tratado en Tordesillas, son solo algunos de los monumentos que jalonan la Ruta del Vino de Rueda.

 

Castillo de la Mota, Medina del Campo. Foto © Tu Gran Viaje | Viajar a la Ruta del Vino de Rueda
Castillo de la Mota, Medina del Campo. Foto © Tu Gran Viaje

 

Para todos los gustos y sensibilidades

Las tendencias turísticas más innovadoras también tienen cabida en la Ruta de Vino de Rueda. Desde tratamientos de salud y belleza en el Balneario Palacio de las Salinas, a la apuesta por la agricultura ecológica de la Finca Las Caraballas, pasando por las actividades equinas del Cortijo Los Expolios o las propuestas de turismo religioso del Centro Cultural San Vicente Ferrer, además de las actividades en viñedo como catas, senderismo, rutas en bicicleta… Siempre hay algo distinto que hacer y que descubrir en una escapada a la Ruta del Vino de Rueda.

 




 

Su gastronomía, una experiencia gourmet

La Ruta del Vino de Rueda es también un destino donde los gourmets se sentirán recompensados. Y es que la Ruta de Vino de Rueda es una tierra bendecida con manjares de la huerta y de la ganadería -el lechazo asado con Indicación Geográfica Protegida (IGP) o el cochinillo, ambos asados en horno de leña, las lentejas de La Armuña y los garbanzos de Fuentesaúco o las setas y hongos que nos regala el otoño, además de quesos elaborados a partir de leches de vaca y oveja, las cuajadas o el requesón-, donde la cocina más tradicional ha sabido reinventarse respetando la tradición y sus modos de preparación: el disfrute de los placeres buena mesa está más que asegurado. Y no acaba ahí la experiencia gourmet de la Ruta del Vino de Rueda: el viajero podrá continuarla de vuelta a casa adquiriendo cualquiera de los productos en varios de estos establecimientos.

 

Casa Lola, en Rueda
Casa Lola, en Rueda

 

Las bodegas de Rueda

El vino da fama y nombre a esta tierra, que históricamente ha producido el que es uno de los mejores vinos blancos del mundo, el vino de Rueda, sobre el que crece esta Ruta del Vino de Rueda. La uva verdejo es el alma del vino de Rueda -pero no la única-, elaborado desde el siglo XI y cuya tradición se ha mantenido hasta el día de hoy gracias al trabajo y talento de bodegas que forman parte de la Ruta del Vino de Rueda, entre las encontramos desde bodegas tradicionales caracterizadas por sus galerías subterráneas, que se mantienen intactas desde la Edad Media, a bodegas modernas en primera línea de innovación y desarrollo, ofreciendo un recorrido por la cultura del vino desde la antigüedad hasta nuestros días.




Sus vinos son habituales en los hogares y en los restaurantes de toda España y, cada vez más, del extranjero, y son habituales en lo más alto de los diferentes ránkings enológicos internacionales. Así, una escapada a la Ruta del Vino de Rueda no está completa sin visitar estas bodegas, donde no faltan actividades que festejan la cultura del vino cómo solo es posible en la Ruta del Vino de Rueda. ¡Vive Tu Gran Viaje a la Ruta del Vino de Rueda!