La cerveza, el chocolate, los gofres, los mejillones y, por supuesto, las patatas fritas, que son un invento local. Son los productos y los platos que asociamos mentalmente con la mesa en Flandes y lo cierto es que no nos equivocamos, pero la cosa es mucho más compleja… y sabrosa.

Os pido disculpas por empezar por lo más tópico, pero es que soy un enamorado de la cerveza y, dada esta condición, Flandes es un auténtico paraíso. Si no lo habéis conocido de primera mano, olvidad vuestras ideas previas al respecto: la variedad de marcas y tipos, la disponibilidad en cualquier sitio, la increíble calidad media…  El consumo de cerveza en Flandes alcanza un grado de gourmetismo, permitidme el palabro, que sólo se puede comparar a lo que ocurre con el vino en las grandes denominaciones de origen. Es, además, una forma de viajar o un mundo que conocer mientras viajamos: cada pequeña ciudad tiene su marca –más habitualmente marcas, en plural-, normalmente con dos, tres o cuatro variedades que van desde muy buena hasta excelente. Y además de los recorridos por las ciudades –con muchas fábricas de cerveza abiertas a la visita, no todo va a ser catar- también os recomiendo pasaros por el callejón de Bruselas en el que está Delirium Café (Impasse de la Fidelité, 4),  la cervecería del mundo con más marcas a disposición de sus clientes. Un rincón sencillamente ma-ra-vi-llo-so.

Delirium Café en Bruselas. © Carmelo Jordá. Flandes Exquisita en Tu Gran Viaje
Delirium Café en Bruselas. © Carmelo Jordá

 

Con calma y a fuego lento

Elegante, cálida, contundente… son lo calificativos que se me ocurren cuando pienso en la comida que disfruté por todo Flandes. Una gastronomía de fuego lento, estofado y sopa, a la que la cerveza tampoco es ajena como ingrediente en guisos de carnes que resultan tiernas y sabrosas, como en las famosas carbonadas flamencas en las que la cerveza se mezcla increíblemente –dentro de la olla y, por supuesto, fuera- con la carne de buey o ternera. Las sopas son otro de los puntos fuertes de la gastronomía flamenca: prácticamente en cada comida podremos tomar una diferente y todas deliciosas, con cuerpo, perfectas para recomponer al viajero fatigado. Pero la receta estrella de este viaje por Flandes será probablemente el waterzooi, un guiso tradicional de pescado del que también se ha popularizado una versión con pollo, que se mezclan verduras varias –zanahoria, puerros, patata, endivias (que fueron “descubiertas” en Bruselas allá por 1830)…- logrando un sabor muy suave pero siendo al mismo tiempo es un plato ciertamente contundente.

Waterzooi de pescado. © Carmelo Jordá. Flandes Exquisita en Tu Gran Viaje
Waterzooi de pescado. © Carmelo Jordá

Por cierto, esa es otra de las cosas que he descubierto con placer viajando con Flandes: buena comida, sabores cuidados… y raciones abundantes. He leído por ahí que la gastronomía flamenca tiene algo de la sofisticación francesa y, al mismo tiempo, algo del poderío de la alemana. Bien puede ser cierto y, desde luego, les confieso que me gusta. Y por supuesto, porque eso no sólo es comida sino que también es gastronomía, no olviden disfrutar de los clásicos o de los tópicos, como prefieran llamarlos: las patatas fritas de los puestos callejeros que abren toda la noche, los mejillones con una buena cerveza en un bar de Bruselas o de cualquier otra ciudad, el chocolate en sus mil maravillosas formas, los gofres que sí, hay que reconocerlo, no saben igual allí que en ningún otro lugar…

Algunas recomendaciones gastro

No os voy a dar una guía exhaustiva de restaurantes flamencos, pero no me resisto a ofreceros algunas alternativas recomendables. Si viajáis a la bella Gante una opción excelente es Het Pakhuis (Schuurkenstraat 4), con su espectacular interior con una arquitectura del hierro y también un buen representante del espíritu joven y universitario de la ciudad. En Brujas en Patrick Devos (Zilverstraat 41), encontraréis una comida deliciosa –ojo al excelente skrei, otro de los secretos de la gastronomía flamenca que se encuenta en muchos sitios y resulta un manjar- y un local y una mesa de una elegancia exquisita.

Así es el delicioso skrei de Patrick Devos. © Carmelo Jordá. Flandes Exquisita en Tu Gran Viaje
Así es el delicioso skrei de Patrick Devos. © Carmelo Jordá

En Malinas podréis disfrutar de una de esas deliciosas carbonadas en De Cirque (Vismarkt, 8), un restaurante moderno y agradable, o también de una mesa más tradicional en la impresionante Grote Markt -plaza del mercado- en De Met (consejo: no dejéis de subir a la planta superior para contemplar desde allí la plaza). Cerramos nuestro pequeño tour en el punto en el que lo abríamos, en Bruselas, donde además del salvaje callejón de la cerveza y de los muchos y muy buenos lugares turísticos por el centro, podéis disfrutar del refinamiento e incluso la exquisitez de Les Brigittines (Place de la Chapelle, 5), de su sala y (sobre todo) de su cocina de gran restaurante con la que debe ser una de las mejores carnes de toda Bélgica. ¡Buen provecho!

Restaurante Les Brigittines, en Bruselas. © Carmelo Jordá. Flandes Exquisita en Tu Gran Viaje
Restaurante Les Brigittines, en Bruselas. © Carmelo Jordá.