Alternativa, rompedora, vital, descadara, y multimillonaria en Historia: Imprescindible, en definitiva. Así es Berlín.




Cuando, hace casi veinte años, durante una entrevista televisiva, Klaus Woewereit, el alcalde de Berlín desde 2001, declaró que “Berlín es pobre, pero sexy”, no sospechó que su ocurrencia se convertiría en la definición de Berlín más famosa y repetida de la historia y, también, en todo un reclamo turístico casi a la altura del “Ich bin ein Berliner” que pronunció John F. Kennedy en su célebre discurso de 1963. Desde que saltó a la fama con su improvisado lema, Woewereit se parafrasea a sí mismo añadiendo que le encantaría que su ciudad siguiera siendo igual de sexy pero más rica, porque tiene una de las tasas de desempleo más altas y una de los niveles más bajos de renta per capita de Alemania; pero lo cierto es que Berlín hoy es, desde luego, más sexy que nunca.



Berlín es un animal vivo

A Berlín le late el pulso en cualquier esquina, pero el corazón lo tiene en la Puerta de Brandemburgo, uno de los iconos más reconocibles de la ciudad junto al ampelmännchen de los semáforos y el Checkpoint Charlie. Escenario de algunos de los momentos más importantes de la historia de Berlín, el monumento, que data de finales del siglo XVIII, fue testigo privilegiado de la caída del Muro y es hoy el fondo de fotografía preferido por los millones de turistas que visitan anualmente la ciudad y, sobre todo, el centro de los mapas de todos ellos.

 

Checkpoint Charlie, Berlín. Foto © Tu Gran Viaje
Checkpoint Charlie. © Tu Gran Viaje

 

La Plaza de París en la que se encuentra la Puerta es también adonde se asoma el histórico hotel Adlon Kempinsky (¿quién no recuerda a Michael Jackson asomado a la ventana de su suite y blandiendo su bebé como si fuera un trapo ante la mirada aterrada de los miles de fans que le contemplaban desde la calle?), elegido por los mandatarios y celebrities en sus visitas a la ciudad. La Puerta marca el comienzo del Tiergarten, el parque más grande de Berlín, antiguo coto de caza de la nobleza y hoy, el principal pulmón verde de la ciudad.

 

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En las cercanías de la Puerta están el Reichstag, el edificio del Parlamento coronado por la cúpula diseñada por Sir Norman Foster, y la Potsdamer Platz, uno de los símbolos que mejor define la nueva Alemania nacida tras la caída del Muro porque, tras haber sido la plaza principal de la ciudad desde su construcción a finales del siglo XIX, y destruida tras la II Guerra Mundial, permaneció olvidada hasta la reunificación alemana: dos décadas y media más tarde, la plaza ha recuperado su esplendor gracias a una de las mayores colecciones de rascacielos y hoteles de lujo de Europa.

 

Postdamer Platz. © Visit Berlin
Postdamer Platz. © Visit Berlin

 

Pero para plazas, desde luego, la AlexanderPlatz: la plaza más grande de Alemania fue el corazón de Berlín Este, y el aspecto con que nos saluda hoy -y a saber por cuánto tiempo: hace unos años se convocó y aprobó un concurso arquitectónico para su renovación que incluía demoliciones y nuevas edificaciones y que aún no se ha puesto en marcha- data de los años Sesenta del siglo pasado. Sobresalen en ella la Fernsehturm, la torre de televisión más alta de Europa con 368 metros de altura y cuyo restaurante giratorio, el Spher, es una atracción en sí misma, el Reloj Mundial y la Fuente de la Amistad entre los pueblos.

 

Alexander Platz. Foto © Tu Gran Viaje
Alexander Platz. Foto © Tu Gran Viaje



Berlín, faro cultural de Europa

Berlín marca tendencia en el arte y en la cultura desde siempre, y una de las mejores muestras de ello son sus más de 360 museos. Imprescindible es visitar la Isla de los Museos, Lugar Patrimonio de la Humanidad, en el extremo septentrional de la isla del río Spree y donde se encuentran cinco instituciones de prestigio mundial: el Museo Antiguo (Altes Museum), el Museo Nuevo (Neues Museum), la Antigua Galería Nacional (Alte Nationalgalerie), el Museo de Pérgamo -el más visitado de la ciudad y que atesora maravillas como el friso del Altar de Zeus de Pérgamo o la puerta romana del Mercado de Mileto- y el Museo Bode (Bode-Museum).

 

Reichstag de Berlín. El Hotel Barceló Berlín abrirá sus puertas en 2018

 

Pero Berlín es también contracultura, un rasgo de carácter que eclosionó en los años de la Guerra Fría, cuando Berlín Oeste era una especie de “California” europea en la que toda experimentación valía y que hizo nacer fenómenos como los squatters -okupas- o los clubes de música electrónica -y el género musical en sí mismo. Las manifestaciones culturales y artísticas más contemporáneas tienen cabida en torno al Checkpoint Charlie, donde se concentran muchas de las galerías y los marchantes más reputados de Alemania, como la Galeriehause o la Galería Chrone.

 

East Side Gallery, Berlin © Tu Gran Viaje | Postal viajera desde el barrio de Kreuzberg Berlín
East Side Gallery, Berlin © Tu Gran Viaje

 

En Mitte, además del ya legendario centro de arte ocupado de Tácheles, esperan la Galería Kirche, el eigen + art, o el instituto KW. Y no hay que dejar de mencionar en Kreuzberg, meca para modernos e hipsters de todo el mundo desde hace pocos años, el muy original Museo de las Cosas (Oranienstraße 25), que alberga una colección estupenda de cacharros y objetos de los últimos 40 años que hará las delicias de todo fanático por lo vintage, ni, sobre todo, a la East Side Gallery, el museo de arte al aire libre más grande del mundo: más un kilómetro del mejor street art sobre el mayor tramo del Muro de Berlín que se conserva.

 

East Side Gallery. Foto © Tu Gran Viaje
East Side Gallery. Foto © Tu Gran Viaje

El Berlín más hedonista

Por la noche, todo el ritmo y el ocio de Berlín se concentra en cuatro calles de Kreuzberg: Simon-Dach-Straße, Oranienstraße, Bergmannstraße y Schlesische Straße, y en el barrio, las casas ocupadas de “Hebbel am Ufer” (HAU) ofrecen danza, obras de teatro y actuaciones contemporáneas.




Pero en cuanto asoma el sol por el calendario los protagonistas del ocio son los bares de playa, que llenan la ciudad -que es atravesada por cinco ríos-, y de los que el más conocido es el Strandbar Mitte, en el Monbijoupark, un lugar ideal para ver caer la tarde enfrente del museo Bode.

 

Domingo en el Mauerpark de Berlín. Foto (c) Tu Gran Viaje
Domingo en el Mauerpark de Berlín. Foto (c) Tu Gran Viaje

 

Y no se puede uno ir de Berlín sin buscar tesoros en cualquiera de sus flohmarkts: imaginería del Telón de Acero, vinilos, ropa vintage, comics, muebles escandinavos de los Cincuenta… De todos los mercadillos que pueblan la ciudad durante cualquier fin de semana, el del Mauerpark (Bernauer Strasse 63-64) en el barrio de Mitte, es el más trendy de todos. Y es que una escapada a Berlín vale por dos… Y si es la primera vez, por tres. O más.