La perestroika musical de San Petersburgo


La perestroika musical: Elogio y nostalgia de San Petersburgo

Cristina Bauzá de Mirabó abre su Moleskine, echa la mirada atrás y nos recuerda cómo fue la escena de la perestroika musical en San Petersburgo.

En la década de los noventa, con la perestroika, el furor llegó San Petersburgo. Lógicamente, tras años de contención soviética, la gente apostó por la marcha y por los clubes y músicas alternativas. Con el paso de los años y hasta hoy, el ambiente se ha ido calmando y ordenando, si bien San Petersburgo fue y sigue siendo la capital rusa del rock, con bandas emblemáticas como Kino (y su famosísimo líder Víctor Tsoi) o Acuarium y Boris Grevenshikov. DDT es otro grupo con muchísimo tirón, al igual que Zoopark o Alisa. Uno de los cafés míticos fue el Saigón.

La perestroika musical de San Petersburgo. © Cristina Bauzá de Mirabó. Tu Gran Viaje
© Cristina Bauzá de Mirabó

Víctor Rovertovich Tsoi nació en 1962 y murió en 1990. Era hijo de un ingeniero y de una profesora. Su carrera como músico, lógicamente, fue de lo más incomprendida por el poder soviético. No desanimó y fundó el grupo Kino (Cine); en sus letras se daba rienda suelta al incipiente submundo rockero de la juventud rusa, a los límites sociales, a la agobiante vida cotidiana. Los de Kino grabaron una cinta en un piso… ésta iba de boca en boca y de mano en mano. Causó un furor extraordinario y pronto se convirtieron en un grupo mítico. En 1982 lanzaron su primer álbum titulado 45, y una de sus canciones se llamaba Elektrichka: en ella se refería al tren del dirigismo soviético en el que la gente joven no se quería montar. Total: que a Tsoi le prohibieron cantar el tema, que se convirtió en un himno, en un anhelo de libertad. Murió a causa de un accidente de coche (1990). En la calle Arbat, en la famosas pintadas (de las primeras que se hicieron en Rusia) se puede leer Tsoi, pequeño o gran homenaje (según se mire) a nuestro rockero.

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